DATOS PERSONALES

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Politólogo y Maestro en Derecho Electoral / Profesor-Investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa (México City). Especialista en temas de Políticas Públicas, Teorías del Estado y la Democracia, Derecho Electoral, Federalismo y Gobiernos Locales. e-mail: mgmundouno@yahoo.com.mx

viernes, 29 de junio de 2012

Tolerancia, diferencia, justicia y paz

Miguel González Madrid


Adriaen Pietersz Van de Venne, Alegoría de la Tregua de los Doce años, 1616. París, Museo del Louvre

La tolerancia ante lo diferente queda anulada cuando se cree que sólo ante los iguales (de condición o de creencias) puede haber entendimiento, o cuando se ignora cómo proceder ante los casos de intolerancia y de opiniones aparentemente encontradas. Sin embargo, cuando la tolerancia adquiere un significado amplio, incluso ante situaciones inéditas y conflictivas, ella puede ayudar a abrir periodos de tregua o de recomposición del entendimiento recíproco.

Los siguientes ejemplos nos dan una idea de cómo la tolerancia es necesaria en situaciones divididas o en la que todo mundo parece tener la razón.

Ejemplo 1:

«Dos hombres mantenían una disputa. Para zanjarla, acudieron al rabino Samuel. El más extrovertido expuso sus argumentos. Era muy elocuente y persuasivo en sus razonamientos. Cuando terminó, el rabino inclinó su cabeza repetidas veces en señal de aprobación y dijo: “Correcto, correcto”. Al oír esto, el otro hombre, que hasta entonces había permanecido callado, se levantó de un salto y expuso sus argumentos con mucha fluidez y convicción. Escuchada su disertación, el rabino volvió a asentir con la cabeza diciendo: “Correcto, correcto”. La mujer del rabino, que había presenciado la escena en silencio, se dirigió de forma airada a su marido diciéndole: “Samuel, ¡ambos no pueden tener razón!” El rabino, mirando resignadamente a su mujer, volvió a murmurar: “Correcto, correcto”». (Citado de https://n-1.cc/mod/file/download.php?file_guid=609650).

Lección:

En una situación en la que todos parecen tener la razón, la tolerancia juega un papel de mesura y de disuasión de la disputa. La pluralidad de opiniones ayuda a encontrar una respuesta correcta a un problema concreto, pero es más meritoria la diferencia de opiniones cuando las partes exponen buenas y variadas razones, por lo que un mismo problema puede tener diversas soluciones plausibles.

Ejemplo 2:

En un encuentro de fútbol el público escuchaba de los jugadores de ambos equipos constantes reclamos y expresiones agresivas hacia el árbitro, debido a supuestas faltas y fuerza excesiva en algunas jugadas, pero éste, con una afección de sordera parcial, se dirigía a los jugadores diciéndoles: “¡Adelante, jueguen, respeten las reglas!” Los jugadores no sabían de la afección del árbitro, pero éste continuaba haciendo su papel y deteniendo el juego violento cada vez que lo consideraba necesario y justo, mostrando tarjetas amarillas o rojas aquí y por acullá. Y, así, lo mismo durante los 90 minutos del encuentro, incluso con frecuentes recordatorios de la progenitora del árbitro, el cual, obvio, no podía escuchar en medio del bullicio, a menos que se lo dijeran al oído.

Lección:

La tolerancia puede ser sorda, pero no ciega; y quien reclama justicia, sin estar limpio de pecado, pronto la encuentra contra sí mismo.

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