Datos de referencia: González Madrid, Miguel (2001). “¿Tiene actualidad el debate sobre el Estado ampliado? Un breve recorrido de Maquiavelo a Gramsci”. En: Polis, Volumen Dos, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, México City. Págs. 195-224.
¿Tiene actualidad el debate sobre
el Estado ampliado?
Un breve recorrido de Maquiavelo a Gramsci
Miguel González Madrid
El análisis puntual de los acontecimientos registrados en
1.
Introducción
En un escrito
que provocó distintas reacciones en el debate europeo sobre la política y el
Estado, en 1978 Louis Althusser planteó sus dudas acerca del efecto iluminador
del análisis gramsciano sobre el Estado y, por ende, con respecto a la
distinción de sociedad política y sociedad civil, de «origen burgués». Con
esto, según Althusser, Gramsci «más oscureció que iluminó este punto ciego que
hay en Marx» (Althusser, 1982: 13 a 14). A pesar de que las
discusiones sobre los escritos del estructuralismo marxista, en general, y de
Althusser, en particular, parecen haber perdido pertinencia veinte años después,
su idea central de que en realidad el Estado siempre ha sido un «Estado
ampliado», de que esto no es un hecho reciente (producto del siglo XX),
adquiere plena vigencia tanto por la remisión constante en la teoría política a
las relaciones entre gobernantes y gobernados como por la formulación
fundacional referida al Estado moderno como fuerza y astucia, que se encuentra
en Maquiavelo.
Con Maquiavelo parece haber quedado en claro que los gobernantes mantienen sus «dominios» o «reinos» ejerciendo la fuerza, pero también echando mano de la ley, así como de su astucia y sus cualidades personales para obtener la aceptación del «pueblo» en situaciones adversas (Maquiavelo, 1976). La cuestión connota desde entonces algunas preocupaciones y dudas teóricas. En primer lugar, persiste la preocupación acerca del equilibrio entre los elementos constitutivos de la estructura del Estado moderno, particularmente de aquellos que provienen de la naturaleza de los gobernantes y los gobernados. Sin embargo, me parece que no siempre estuvo claro en la teoría del Estado ese punto crucial del equilibrio de la unidad estatal, puesto que la historia mostraba más bien, en muchos casos nacionales, una gran tensión entre ese tipo de elementos, incluso al grado del dominio temporal de uno de ellos. En segundo lugar, ¿qué ventajas teóricas hay al admitir una concepción seminalmente ampliada del Estado como la que ofrece Maquiavelo, en el marco de la preocupación por elaborar una explicación de la relación multidimensional entre gobernantes y gobernados?
No hay duda de que Maquiavelo abre una vertiente de trabajo intelectual innovador y de apreciación realista de la política, al considerar la complejidad de la función de gobierno en un contexto de variados actores, intereses y recursos, algunos de los cuales parecen salir del «dominio» del gobernante. Ciertamente el gobernante ejerce su función -y aun corre el riesgo de perder su propio dominio- enfrentando algunos factores difícilmente controlables. En un contexto con tal incertidumbre, en el que el despliegue de la fuerza que proveen las armas no puede ser la mejor acción racional que sustente la validez del orden social, o incluso en el que las virtudes personales tienen efectos contraproducentes cuando no se ejercen mesuradamente, la búsqueda del apoyo del pueblo, de los ciudadanos, de la sociedad, siempre ha de resultar un alivio irremplazable ante la adversidad o una oportunidad para corregir el rumbo. Pero, la pregunta que trasciende es la siguiente: ¿Cómo ha de ser ese apoyo? O bien: ¿Cómo ha de otorgarse y cómo han de vincularse los gobernantes y los gobernados para lograr, justamente, un ambiente aceptable de «gobernabilidad», como diríamos hoy en día?
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