Las
soluciones sencillas, pero eficaces, son grandiosas y valen todo el oro del
mundo.
Miguel González Madrid
Ahora veamos los problemas y sus posibles soluciones que, provenientes de alguna parte de la www, ilustran los falsos dilemas que solemos formar ante problemas que consideramos complicados.
Problema 01.
Solución B): ¿Y qué hicieron los rusos ante el mismo problema? Algo muy simple: ¡Los rusos utilizaron un lápiz!
Problema 02.
Problema 03.
Miguel González Madrid
Nuestros
amigos nos piden que reflexionemos sobre las siguientes frases, porque ellas nos dan la
pauta a ejemplos de soluciones sencillas, pero eficaces, a problemas que suelen aparecer en nuestra vida cotidiana, profesional o laboral. Esos ejemplos circulan en alguna parte de la www y los mostramos para ilustrar cuan grandiosos son ese tipo de soluciones.
“Lo que está detrás y lo que está
delante de nosotros son poca cosa comparado con lo que tenemos dentro” (Emerson).
“La mente que se abre a una idea
nueva jamás vuelve a su tamaño original” (Einstein).
La primera frase citada –dicen nuestros amigos– nos ayuda a no ser autocomplacientes. Esto
nos recuerda que siempre hay mucho más que debemos aprender y lograr. La
segunda frase nos ayuda a pensar en grande.
En todas las actividades que realizamos, que requieren nuestra
contribución y que consideramos edificantes o provechosas, y que no implican
daño a los demás, es muy importante tener la mente abierta para nuevos
conocimientos y experiencias. Este es un principio guía de nuestra vida en este
mundo.
Ahora bien, veamos
esa gran frase de Einstein aplicada a casos concretos que ilustran que, si bien
es necesario mantener nuestra mente abierta, también es conveniente no complicar las soluciones a los problemas que
enfrentamos. En algunos casos, una solución sencilla es más eficaz que una
solución cargada de complejidad, y eso le da grandeza y perdurabilidad en la
imaginación y creatividad colectiva.
Tener problemas es
inevitable; pero ser derrotados por ellos, es una opción. Así que siempre hay
una buena oportunidad para encontrar opciones de solución, ¡y qué mejor si las
soluciones son sencillas y eficaces!
Ahora veamos los problemas y sus posibles soluciones que, provenientes de alguna parte de la www, ilustran los falsos dilemas que solemos formar ante problemas que consideramos complicados.
Problema 01.
Cuando la NASA comenzó con el lanzamiento de cohetes
espaciales tripulados por astronautas, descubrieron que los bolígrafos no funcionarían
sin gravedad (o con gravedad cero), pues la tinta no descendería hasta la
superficie en que se deseara escribir. Para este tipo de problemas puede
haber varias soluciones, pero no todas son sencillas ni eficaces.
Solución A): En aquellos años, resolver este problema
llevó a los estadounidenses 6 años de experimentos e innovaciones y un gasto de
12 millones de dólares. Así, desarrollaron un bolígrafo que funcionaba bajo
gravedad cero, debajo del agua, prácticamente en cualquier superficie (incluyendo
cristal) y en un rango de temperaturas que iban desde abajo del punto de
congelación hasta superar los 300 grados centígrados. ¡Ingenioso!... Y costoso.
Solución B): ¿Y qué hicieron los rusos ante el mismo problema? Algo muy simple: ¡Los rusos utilizaron un lápiz!
Problema 02.
Uno de los más memorables casos de estudio de la
gestión japonesa fue el caso de la caja de jabón vacía, el cual ocurrió en una
de las más grandes empresas de cosmética de Japón. La compañía recibió la queja
de un consumidor que compró una caja de jabón y estaba vacía. Inmediatamente,
los gerentes de la empresa aislaron el problema a la cadena de montaje, que
transportaba todas las cajas empaquetadas de jabón al departamento de reparto.
Por alguna razón, una caja de jabón pasó vacía por la cadena de montaje. Los
altos ejecutivos pidieron a sus ingenieros que encontraran una buena y rápida
solución del problema.
Solución A): De inmediato los ingenieros se lanzaron a su labor para idear una
máquina de rayos X con monitores de alta resolución manejados por dos personas
y, así, vigilar todas las cajas de jabón que pasaran por la línea, para
asegurarse de que no fueran vacías. Sin duda, trabajaron duro y rápido, y
pronto comenzó a funcionar una sección de verificación de cajas en la línea de
montaje.
Solución B): Cuando a un empleado común en una empresa pequeña de igual giro
industrial se le planteó el mismo problema, no entró en complicaciones de rayos
X, robots, equipos informáticos o cosas parecidas. En lugar de eso planteó otra
solución: Compró un potente ventilador industrial y lo apuntó hacia la cadena
de montaje. Encendió el ventilador y, mientras cada caja pasaba por el
ventilador, las que estaban vacías simplemente salían volando de la línea de
producción.
Problema 03.
Un magnate hotelero viajo a una ciudad Hindú por segunda vez a un año de
distancia de su primer viaje. Al llegar al mostrador de un hotel (por cierto, inferior
en estrellas a los de su cadena), el empleado le sonrió y lo saludó,
diciéndole: “Bienvenido nuevamente señor. ¡Qué bueno verlo de vuelta en nuestro
hotel!” Sorprendido en gran manera, ya que a pesar de ser una persona tan
importante, le gustaba el anonimato y difícilmente el empleado tendría tan
buena memoria para saber que estuvo allí un año antes, pensó inmediatamente en
imponer el mismo sistema de reconocimiento de clientes en su cadena de hoteles,
ya que ese simple gesto lo haría sentir muy bien. A su regreso, inmediatamente
puso a trabajar en este asunto a sus mejores empleados expertos en informática,
para encontrar una solución a su petición.
Solución A): El magnate primero fue a buscar el mejor software para el
reconocimiento de rostros, la configuración de una base de datos, el uso de cámaras
especiales de video de alta definición y tiempo de respuesta en microsegundos, y
pensó en un curso de capacitación a empleados, etcétera. Todo eso tenía un
costo aproximado de 2.5 millones de dólares.
Solución B): Sin embargo, el magnate ponderó también los
altos costos de aquella opción y, como buen empresario, decidió viajar
nuevamente a la India para entrevistar al empleado de aquel hotel en donde
solía hospedarse, para que revelara la tecnología aplicada por la cadena
hotelera donde éste trabajaba, calculando que sería menos costosa la inversión
que deseaba realizar. El empleado no aceptó pago alguno por la revelación de su
secreto, sino que humildemente comentó al magnate como lograban identificar
eficazmente a sus clientes. Él dijo: "Mire,
señor, tenemos un arreglo con los taxistas que traen a nuestros clientes hasta
aquí. Durante el trayecto ellos les preguntan si ya se han hospedado en el
hotel al cual lo están trayendo, y, si la respuesta es afirmativa, entonces,
cuando él deja su equipaje aquí en el mostrador, nos hace una señal, y así se
gana un dólar".
Moraleja: ¡No compliques tu trabajo! Concibe la solución más simple
al PROBLEMA. Aprende a centrarte en las SOLUCIONES y no en los PROBLEMAS.
al PROBLEMA. Aprende a centrarte en las SOLUCIONES y no en los PROBLEMAS.
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