Miguel González Madrid
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Discutiendo la divina comedia
con Dante (oleo de 13 x 6
metros elaborado en 2006, que muestra 103 personajes históricos disímbolos), obra de Zhang An, Li Tiezi y Dai Dudu, pintores taiwaneses.
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Yo mismo he expresado en algún momento
mi oposición a opiniones de Héctor Aguilar Camín sobre temas
político-electorales, pero las expresiones que él ha recibido por parte de
algunos tuiteros, a propósito de su posicionamiento político durante estos últimos días, en el contexto de la elección presidencial en México, en 2012, raya en el
odio frenético y enfermizo. Y veo que esto ocurre en otros casos y,
sintomáticamente, a través de las redes sociales.
¿Por qué no intentar
ganarle a Aguilar Camín -y a cualquiera que se le parezca- con argumentos
superiores y con demostraciones de convencimiento ahí en donde están los
grandes problemas nacionales? Es lamentable que quien dice que tiene la razón
no dé muestra de ejercerla en parte alguna.
¿Por qué no leer a
Marx o a Lenin, por ejemplo -pero no sólo a pensadores en esa línea
intelectual-, para aprender a golpear con argumentos de altura a los
adversarios, y evitar que la razón sea vencida por el odio personal o colectivo?
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