DATOS PERSONALES

Mexico
Politólogo y Maestro en Derecho Electoral / Profesor-Investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa (México City). Especialista en temas de Políticas Públicas, Teorías del Estado y la Democracia, Derecho Electoral, Federalismo y Gobiernos Locales. e-mail: mgmundouno@yahoo.com.mx

sábado, 11 de junio de 2011

Elecciones 2012 en México. La disputa por Los Pinos

LAS ELECCIONES DE 2012, LAS TENTACIONES POLÍTICAS DE LOS PRESIDENCIABLES Y LA DISPUTA POR LOS PINOS

Miguel González Madrid

DESPUÉS DEL TRIPLE DESLIZ SOBRE CUESTIONES DE PODER ADQUISITIVO, el Secretario de Hacienda del ejecutivo federal mexicano, Ernesto Cordero, parece querer seguir –durante el año previo a la jornada electoral de 2012– las recomendaciones del gran maestro Keynes. Suponemos que algo aprendió en sus cursos de economía y quiere demostrarlo con cierto arrojo. Incluso –en buen plan y para demostrar que domina las estadísticas de la economía mexicana– quiere debatir con Enrique Peña Nieto, el cual no sabe de economía, pero tampoco ha dicho tres inocentadas juntas. ¿Acaso querrá el debate para resolver de una buena vez por todas si las monedas de las que habló durante la primavera de 2011 son o no milagrosas o, al menos, están en vía de serlo?

Es probable que Ernesto Cordero quiera mostrar que es un técnico que se puede conducir eficientemente en el marco de la tolerancia y que –a diferencia de Javier Lozano, el rudo del grupo– se puede platicar pacíficamente con él sobre problemas que aquejan a todos los que se esfuerzan por llevar algunas monedas a su hogar para poder subsistir cotidianamente. Al parecer, salió de sus cinco minutos de lapsus que suele provocar un apresurado posicionamiento en la pasarela pre-electoral, y más en tiempos excesivamente cálidos; pero ahora se revela como desconocedor de las restricciones legales y constitucionales en materia electoral, pues prácticamente sostiene que se puede ser servidor público de alto nivel y, al mismo tiempo, realizar actos anticipados de precampaña para afianzarse como serio aspirante presidenciable. ¿Sabe que desde 2008 hay una regulación sobre precampañas electorales que se desprende de bases constitucionales creadas en 2007 o, más bien,  tal vez cree que estas cuestiones son cosas de buena fe porque los demás aspirantes parecen actuar del mismo modo? Sin duda, este nuevo desliz es consecuencia de la intención de no salir del carril que puede llevar directamente a la disputa por Los Pinos.

Ahora bien, es relativamente cierto lo que John Maynard Keynes nos dice desde 1936 (y nos convence desde 1942), a través de su Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero: el desempleo se puede combatir si se estimula la inversión privada, se mantienen bajos niveles inflacionarios, se abarata el crédito y se reducen las tasas impositivas. Pero a Cordero le falta considerar que hay algo más (y no podrá decirlo debido a los sesgos de su formación) que está en el corazón del modelo keynesiano: el Estado debe promover la inversión privada a gran escala por diversos medios y por riesgo propio (lo cual es imposible en las condiciones actuales en México), para generar niveles óptimos de empleo, fortalecer el ingreso de las familias (base de un sistema tributario robusto) y elevar la demanda efectiva (el consumo en todas sus dimensiones: mercado interno y externo, ordinario y productivo).

Además, hay que tomar en cuenta dos fuertes obstáculos en la aventura reivindicativa de Cordero: a) su jefe no lo dejará ir tan lejos en el planteamiento de una estrategia económica que supone que el país tiene una estructura dominante de clase media a la que le es suficiente un ingreso mensual de seis mil pesos calculado en n salarios mínimos, pues lo que cuenta es llegar a 2012 con una economía con indicadores de estabilidad macroeconómica similares a los que tenemos en este momento, sin ese tipo de supuestos que forman parte de sueños proto-keynesianos; y b) el terrorífico clima de inseguridad en el país –que se manifiesta en secuestros de gente adinerada de largo tiempo y de gente que comenzó a hacer fortuna propia hace escasos años, en asaltos a los transportistas de mercancías diversas (abarrotes, electrodomésticos, etc.), en actos vandálicos de gran impacto psicológico y de desafío al poder militar, así como en ofertas protección obligada bajo amenaza– inhibe el mantenimiento de las inversiones y, desde luego, desalienta la llegada de nuevos inversionistas extranjeros, por lo menos en la franja de entidades federativas norteñas (las otrora receptoras de montos significativos de inversiones extranjeras en el sector maquilador de las manufacturas) y en las áreas de mayor desarrollo turístico.

Por lo demás, FCH parece tener preparada para 2012 una estrategia pragmática y de alta sintonía con los tiempos electorales: literalmente echará la casa por la ventana, lo cual significa que durante la segunda mitad de 2011 promoverá algunas acciones de fuerte impacto social, político y económico: i) la expedición de la cédula de identidad para los menores de edad va con fuerza, y el propio FCH trata de convencer a los incrédulos de las bondades de un documento que puede ayudar reducir los riesgos de inseguridad pública, a pesar de que hay una controversia sub-judice en la SCJN promovida desde el poder legislativo federal, porque la reforma del ejecutivo federal al reglamento de la ley respectiva ingresó una disposición no prevista por el legislador ordinario; ii) es probable un retorno progresivo –pero parcial– del ejército y la armada a sus cuarteles al comenzar los procesos internos de los partidos, lo cual podría generar un clima de distensión política, pero las calles podrían ser saturadas con las policías federal y estatales, y por eso a FCH le urge que se finalice 2011 con excelentes resultados en el ejercicio del monopolio legítimo de la violencia y que se apruebe la iniciativa de mandos únicos (la genial propuesta operativa de Ebrard cayó como “anillo al dedo” en la primavera de 2011 y, como plan emergente, podría ser adoptada permanentemente hasta julio de 2012); iii) los fondos públicos de los programas sociales federales más importantes serán gestionados preferentemente para la clientela electoral panista (estrictamente identificada y controlada), pero incluirá a vastos sectores socialmente vulnerables en las entidades federativas en donde el PAN es segunda fuerza electoral (FCH piensa que ahí debe ganar el PAN a como dé lugar); y iv) los dineros depositados en paraísos fiscales (algunos lugares de Europa, El Caribe o África) o resguardados en cajas fuertes domésticas por cuenta y riesgo de beneficiarios privilegiados del poder que ahora deben pagar favores políticos (por ejemplo, ex-gobernadores y ex-diputados), serán puestos en circulación para volcarlos a la campaña electoral del favorito de FCH.

Falta más, pero con lo dicho anteriormente se puede ver el trazo grueso de la estrategia electorera de la acción gubernamental panista. Ya no hay tiempo para experimentos, y a FCH le gusta accionar con pragmatismo, sin rubor, sin freno en la mente. Es totalmente pro-activo y le encanta mandar, aunque no se olvida de que la vida en este mundo es de humanos y que se puede cometer algún desliz. Lo que le importa es ganar a toda costa, pero bajo el manto (como la mítica cama de Procusto) del Estado de derecho. Claro, habrá más acciones "legales" en contra de los corruptos (o que parecen serlo) y de los que tienen alguna afinidad con el crimen organizado –y, sinceramente, no está mal para una sociedad que quiere llevar una vida pacífica y tranquila, de día y noche, dentro y fuera de la casa– al fin que los detenidos pueden ser consignados a los jueces federales dentro de los plazos legales y constitucionales, y éstos... ¡que se las arreglen como saben, que hagan su tarea! Ni duda cabe de que lo que importa a quien no duerme pensando en cómo será el primer domingo de julio de 2012 es llegar a esa fecha con por lo menos un empate técnico en los resultados de encuestas que se estarán aplicando durante el periodo de campaña electoral presidencial.

El combate político-electoral en el Estado de México ya casi llega a su culminación (en la segunda mitad de 2011) y será historia. Cada cual habrá hecho lo propio para encarrilar hacia otros escenarios. Enseguida, la mirada estará puesta en cerrar la brecha entre los adversarios que sí estarán en la contienda de 2012. Es lamentable, pero de las buenas intenciones de la reforma electoral de 2007-2008 ya nadie parece acordarse, por lo menos en lo que concierne a la prevención de actos anticipados de precampaña. Y eso es señal de que la elección presidencial de 2012 será el escenario propicio para… ¡Vencer o Morir!

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