Entraré por donde tú digas
para ver de qué está hecho
tu corazón herido de intrigas,
y me aguardarás en tu lecho.
Y beberé de ti en cada poro
la pasión que hierve incesante
en cada beso, pero con decoro,
y serás mi princesa cabalgante.
¡Qué importa lo que se rumore
en el pasillo de la hipocresía!
¡Qué importa que yo te implore
en el peldaño de la fantasía!
Entraré, si acaso tú me llamas,
y encenderé aquel sol errante,
y curaré la tristeza que derramas,
y serás mi princesa amante.
¡Qué importa que el desenfreno
con mil dagas venga y me mate!
¡Qué importa si en todo tu reino
mi pasión intensa me delate!
mi pasión intensa me delate!
Miguel González Madrid
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